Entradas

La Edad del Fuego 11: Los verdaderos monstruos

Imagen
La llegada a la lluviosa capital del Imperio llevó a la separación de la comitiva, cada uno con destino a distintos alojamientos. Kamina fue a reunirse con los Voceros del Pueblo pues extrañas nuevas de cambios llegaban desde Aragon. Yrina y Macarena fueron con Astra a ser alojadas con los Talebringers, y mientras se adaptaban a su nuevo entorno, dejaron espacio a que la hija hablase con el padre. Y Seth, que una vez lo supo todo de lo que ocurría en el Imperio, no sabía que su querida Salandra estaba retenida por los Decados. Su brote de ira, como se temía en su momento la Princesa Hazat fue repentino, pero Astra logró tranquilizarle. Y aprender de él algunas de las cosas que ocurrían en el Imperio, antes de acompañarle a conocer a Yrina y Macarena en la sala de te. Fue con ellas con las que compartió algunas cosas, como el hecho de que uno de los Maestres de la Compañía del Fénix, el noble Gawain von Gwynneth, estaba interesado en el monstruo que las dos guerreras querían cazar. E in

La Edad del Fuego 10: La fe de los cañones

Imagen
Desde la sala del trono imperial, la Emperatriz del Fenix proclama la prohibición de vender, comprar o esclavizar alienígenas en todo su Imperio. Y la reacción de los presentes, de la indignación a la ira, no se hace esperar pues no solo la Iglesia se encuentra dividida en sus cuestiones de fe, sino que la nobleza ve la sobreextensión del poder imperial como una amenaza al orden establecido. Y entre los asistentes, de manos de una dama que aun no sabemos quien es, unos documentos llegan a las manos del embajador Li Halan y, de las suyas, a las del Príncipe Ieyasu Khung-Zhao Li Halan... suyas son las órdenes de comenzar a movilizar la armada de su Casa Real, aunque aun habría que esperar para ver las consecuencias de esos actos. De momento, nuestros protagonistas descendían del lugar donde otrora se encontraba el monasterio de Balantrodoch. El viaje de regreso es muy distinto a la ida, cada uno sumido en procesar lo experimentado cuando la divinidad tocó las esencias mortales. El silenc

Tiempo de Anatemas 27: La senda de la tinta y la sombra

Imagen
La derrota de las Buenas Gentes de Zarlath llevó un debilitamiento de la presencia feérica en el polo entero, como pronto confirmaron viendo la situación en el distrito de Firewander. Si bien extraños portentos se producían, como ballenas voladoras y luces cantantes, la cantidad de energía del Wyld era menor y las barreras protectoras aguantaban con mayor fuerza. Un alivio y buena señal en un tiempo donde la voz de la radio acababa de ser atacada y se desconocía lo ocurrido.  Tras esa comprobación viajaron a Great Forks, donde la influencia del dios Heraldo de los Cuatro Caminos crecía rápidamente. Su templo se encontraba lleno de seguidores, pero seguía siendo un templo pequeño, con el santuario de Ágate Perfecto a un lado y el Jardín de las Seis Ninfas del otro. Pero el dinero, que todo lo puede en Nexo, no puede conseguir cualquier cosa en Great Forks y, aunque los donativos de Jun fueron generosos y permitirían ampliar el templo del Heraldo en vertical, no servían de nada para conv

La Edad del Fuego 9: El Descenso de Gracia

Imagen
Desde el centro del universo, el Empíreo, la Gracia divina desciende a través de sus emanaciones hasta llegar a los Mundos Conocidos. Y allí, entre reflejos de los espejos alma, destierra a la Oscuridad que se retira entre sombras a los recovecos de Iehannum. Pero entre las cosas de la carne y la piedra, la historia puede ser más compleja, como atestigua la partida de guerra de los Hermanos de Batalla que se adentra en territorio simbionte. Dirigidos por el Adepto André Theryvan que una vez rescató a Theafana Al-Malik de las garras de los simbiontes de Chernobog, se enfrentan a las monstruosidades creadas por una de las semillas que cayeron, décadas atrás, del árbol mundo. Luchan del mismo lado que una misteriosa mujer de la Orden Eskatónica que, cuando la batalla ha terminado en costosa victoria, envenena a los Hermanos de Batalla porque era lo que tenía que hacerse. Y así, la controvertida Antonia de Cádiz se vuelve a cubrir con su capucha y desaparece del refrectorio sin dar explica

La Edad del Fuego 8: Fantasmas del pasado

Imagen
La mañana en la que comenzarían el peregrinaje de regreso al pasado, a lidiar con sus fantasmas, algunas cosas ocurrieron que merecen ser contadas. Primero, Orion Al-Malik se encontró con Ivor Vernat y, tras ello, se comunicó con uno de los importantes Carthopylax de la Orden Eskatónica, para conocer la información que la Orden tenía sobre el monasterio perdido de Balantrodroch. Mientras tanto, por su parte, Lázaro se entrevistó con la escolasta reputada Nadiria Vistrensis. Compartieron ideas en la mesa del desayuno, las formas tímidas de la anciana contrastando con la pasión del joven, ambos unidos desde puntos distintos en su innegable fe en el Pancreator. Con ello llegó la hora en que todos acudieron a la nave que les transportaría hasta la puerta. La Charioteer al mando de La Carga era una mujer seca y dura, de gran trayectoria como piloto militar en su juventud. Explicaron cómo eran las cosas en la nave mientras disponían sus enseres en la bodega de pasajeros la comitiva que form

La Edad del Fuego 7: El Misterio de la Iluminación

Imagen
Mientras el tribunal de la Inquisición condenaba a la hoguera a Cristina Laurentia en Sutek, el primer movimiento abierto de la Inquisición contra el Gran Almirante Lisandro Castillo en casi treinta años, en Grail el Syneculla Sigmund Drual realizaba el Misterio de la Iluminación. Por un lado, sentaba la base de su superior rango eclesiástico en el encuentro pero al mismo tiempo también daba algo compartido entre la Ortodoxia y los Hermanos de Batalla, un gesto de la común herencia que tendiese puentes de sabiduría entre ambos colectivos. Si esa era la voluntad divina.  Pero antes incluso de que ese rito diese comienzo a los trabajos del primer día del Concilio, nuestros protagonistas ya estaban moviendo sus hilos. Orion amaneció temprano para solicitar a la Casa Keddah el uso de su radio de comunicaciones, pero la cola para la misma ya existía y no le fue entregada hora para poder usarla hasta tiempo después. Astra desayunó en la Taberna del Corcel Pisador, escuchando las historias y

Tiempo de Anatemas 23: La senda del hueso y el cristal

Imagen
Las sendas de los muertos y los demonios son tan distintas como esas criaturas y sus caminos son a veces recorridos incluso por aquellos que no nacieron para ello o son sus enemigos. Así ocurrió entonces, cuando la Reina de la Medianoche les informó de la existencia de un nuevo cadáver cubierto de cristales azules, mientras que los rumores señalaban que los abisales estaban comprando esclavos y enviándolos a Thorns.  Pero en ese entorno, el Círculo se adentró en las profundidades de la ciudad en busca de sus propios muertos, la Tumba de Hielo donde Okami supuestamente había enterrado a Zhiyuan, la chispa que ahora se encontraba en el interior de Jun. Entre túneles donde los desposeídos y pobres, arruinadas sus casas por las crecidas del río, se hacinaban en busca de refugio, avanzaron hasta la cúpula de hielo que nadie podía desafiar. Pero ellos lo hicieron. Con rituales y conocimientos de Megara y sus nuevos poderes, Jun hizo que la Reina de Cumbres Heladas se viese forzada a mostrars

La Edad del Fuego 6: Parlamento de santos

Imagen
"¡Buenos días Leagueheim! Comenzamos la Voz de la Ciudad cargada de noticias importantes porque hoy, en Grail, da inicio el coñazo de reunión de los trajeados de la Iglesia para discutir por mierdas de libros apolillados que a nadie le importan. ¡Pero es una gran oportunidad para jóvenes como vosotros para lograr ganar unos cuantos pájaros de fuego que es lo que realmente manda!" Así comenzó el programa más escuchado de radio de los Mundos Conocidos, aquel 18 de septiembre del 5049, día que pasaría a la historia como el primero del CXXIV Sínodo de las Escrituras y la Fe o, más comúnmente, el I Concilio de Grail.  Pero antes de llegar a esos eventos debemos retroceder en el tiempo, para el dramatis personae de otra figura que sería de importancia en los hechos por venir: Orion Al-Malik. Hijo segundo de una pequeña familia de barones de Shaprut, su destino nunca estuvo en gobernar las tierras de la Casa sino en la Iglesia. Ya a la tierna edad de seis años, su madre y el obisp

Tiempo de Anatemas 22: La batalla del fuego

Imagen
El círculo de la Dili-agencia viajó lejos de Port Cailin a las tierras de los Cien Reinos, en busca de la República de Chaya. El pacífico territorio estaba siendo invadido por el Khan Cien Veces Bendecido, que con sus huestes estaba atacando a los ciudadanos. Incluso en la distancia, las columnas de humo se alzaban de la parte oeste de la ciudad, donde los combates habían comenzado ya y varios edificios estaban en llamas.  Pero unido al acre olor del aire había un extraño polen que flotaba por todas partes. En las calles, Sagrest divisó la presencia de un espíritu y Megara identificó las extrañas propiedades mágicas del polen. De un modo u otro ambos estaban unidos, en la misteriosa figura del Maestro de la Paz y la Tranquilidad. El Khan marchaba tras sus ejércitos, pero ni la visión de su piel de piedra y la energía elemental que exhudaba, ni la cantidad y entrenamiento de sus tropas debilitaron la decisión de los solares de intervenir. Así que descendieron con su castillo volador, la

La Mantis de Seda y la Mantis Sangrienta

Imagen
-La Duquesa Salandra Romanov Decados, Duquesa de Cádiz, Embajadora ante la Corte Imperial, Señora de Elibyrge y las tierras circundantes, Cabeza de Jakov.- La voz del chambelán llenó brevemente la fría sala de la corte, completamente vacía en aquel momento. Con una excepción. El hombre sentado en un trono que aún no le pertenece pero lo haría en el futuro. Y, pocos momentos después, la bella mujer que entró por las enormes puertas ricamente decoradas. Tras su paso, las enormes jambas se cerraron con un crujido notorio, mientras ella caminaba hacia el trono con seguridad, la misma confianza que transmitía su voz cuando comenzó a hablar. -No necesito de mis agentes e informes para saber que el Príncipe no murió tranquilamente en la cama, y que sus últimas palabras no fueron el aliento paternal de escogeros como su heredero. Del mismo modo que esta corte no sufre una plaga de trágicos accidentes de caza. Como siempre, actuáis sin molestaros en cubrir vuestras huellas.- -Y sin embargo, aqu